Un curioso y a la vez importante episodio relacionado con el indulto concedido por Fernando VII a los famosos bandoleros José Mª “El Tempranillo” y a Juan Caballero “ El Lero” y tuvo por escenario el Palacio de Cerverales.
El Rey, preocupado por el auge del bandolerismo andaluz envió, previos los oportunos contacto preparatorios, a un representante suyo, el general d. José Manso y Solá, Conde de Llobregat, a Estepa. Dicho señor estaba hospedado en la Casa-Palacio de Cerverales cuando se entrevistó con él Juan Caballero. Como resultado de este primer encuentro se consiguió, posteriormente, el mencionado perdón real en el mes de agosto de 1832.
Se hablan de dos conferencias en intervalos muy cortos de tiempo la una de la otra, y de la resolución definitiva del indulto que no se dejo esperar mucho tiempo; Refrendado por Real Disposición, se recibió oficialmente la gracia del indulto que Fernando VII había concedido a los jefes de las tres cuadrillas que con sus respectivas cuadrillas con sus respectivas partidas.
La noticia se le comunicó oficiosamente a Juan Caballero en el lugar llamado “Huerta de Don Plácido”, a muy corta distancia de Estepa, cerca de San Antonio Abad, y que aún existe.
A petición de “EL Lero”, se designó como sitio de la reunión el Santuario de Ntra. Sra. De la Fuensanta, fijándose el día para efectuarla el 19 de Julio de 1833.
Sea cual fuere la verdad de aquél curioso y a la vez importante suceso, si consta que el General Manso y Solá se hospedó en la Casa-Palacio de los Marqueses de Cerverales y que allí tuvo lugar gran parte de la negociación del indulto. Y como dato curioso conviene apuntar que el Conde de Llobregat nunca imaginaría que, cientos de años después, la casa donde había sido hospedado iba a ser propiedad de un descendiente suyo.